Mi querida hija Hildegart

Al final, a partir de hoy en las librerías mi último libro!!
Mi querida hija Hildegart
Una historia que conmocionó a la España de la Segunda República
Con prólogo de Almudena Grandes
El 9 de junio de 1933, un crimen convulsionó a la opinión pública española: Aurora Rodríguez Carballeira asesinó de cuatro tiros a su hija Hildegart mientras ésta dormía. La joven, con tan sólo dieciocho años, era una de las mujeres más destacadas de la recién nacida Segunda República. Había publicado varios libros sobre educación sexual y el papel de la mujer en la sociedad moderna, era periodista y miembro de las Juventudes Socialistas. Una vida y una trayectoria con un enorme potencial, segadas por un acto en apariencia incomprensible.
Detrás de aquella página de sucesos hay una compleja tragedia, cuyos actos y cuya significación se analizan e interpretan aquí, de forma exhaustiva, por vez primera. Tan protagonista de la historia como Hildegart lo es su madre, una mujer que había asumido la maternidad (nunca se supo quién era el padre de la joven) como modo de llevar a cabo su propio programa educativo: crear a un ser perfecto, formar a una «muñeca de carne», según decía.
Mi querida hija Hildegart
Una historia que conmocionó a la España de la Segunda República
Con prólogo de Almudena Grandes
El 9 de junio de 1933, un crimen convulsionó a la opinión pública española: Aurora Rodríguez Carballeira asesinó de cuatro tiros a su hija Hildegart mientras ésta dormía. La joven, con tan sólo dieciocho años, era una de las mujeres más destacadas de la recién nacida Segunda República. Había publicado varios libros sobre educación sexual y el papel de la mujer en la sociedad moderna, era periodista y miembro de las Juventudes Socialistas. Una vida y una trayectoria con un enorme potencial, segadas por un acto en apariencia incomprensible.
Detrás de aquella página de sucesos hay una compleja tragedia, cuyos actos y cuya significación se analizan e interpretan aquí, de forma exhaustiva, por vez primera. Tan protagonista de la historia como Hildegart lo es su madre, una mujer que había asumido la maternidad (nunca se supo quién era el padre de la joven) como modo de llevar a cabo su propio programa educativo: crear a un ser perfecto, formar a una «muñeca de carne», según decía.
Etiquetas: literatura; cine

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