Goya ni pinta ni fantasmas
Ya volvemos, bueno, mejor, vuelvo, a eso, a ver películas españolas antes de los Goya. Y volvemos, vuelvo, de nuevo a entrar en la "depresión" post visionado. Qué le vamos a hacer.
El otro día fui al estreno de "El camino de los ingleses", basada en una novela de Antonio Soler -Premio Nadal de hace un par de años- y dirigida por Antonio Banderas. Aprovecharon justo para que entrara la peli en la lista de las posibles nominadas con este estreno en diciembre, y lo hará casi de puntillas, en los Goya -alguna nominación caerá por la interpretación, poco más-. Ayer vi "Los Fantasmas de Goya", rodada en inglés, dirigida por Millos Forman, con guión suyo -y de alguien más- y -¡oh sorpresa!- la vi en castellano. Qué cosas ¿no? Resulta -me enteré ayer mismo- que las ediciones que envían a los miembros de la academia se envían siempre en versión española -honrosas excepciones a parte, porque "La vida secreta de las palabras" pudo enviarse en inglés, después de algún conflictillo, subtitulada-. Casi prefiero no saber a qué obedece esta "sabia" decisión, porque miedo me da conocer los argumentos. Pero bien está. "España y yo somo así señora", que diría Marquina.
A lo que íbamos, a "Los fantasmas de Goya". Leo que Millos Forman en una entrevista ha dicho "filmo lo que quiero", y sí, es más cierto que nada. Lo que quiere, lo que le da la gana, pero también escribe lo que le da la gana en sus guiones, aunque no lo diga. Así, un Goya más preocupado por salvar a una chica que por que su pintura sea la del genio que fue. Luego... la Inquisición, la Revolución francesa, la Corte española, los horrores de la guerra, lo goyesco... pero junto, revuelto, sin orden ni concierto, como acompañamiento a una historia que no se hace creíble en ningún momento y que desordena los acontecimientos y no los hace creíbles. No es creíble, claro está, para los españoles, que me imagino yo que a los americanos -norteamericanos, se entiende- les parecerá de lo más creíble, verosímil y, sobre todo, ESPAÑOLA, muy española. ¡Dios, los tópicos de nuevo!
Y, junto a una historia en la que Goya no es protagonista, aunque pudiera parecerlo, ni su pintura, ni su creación, nos sorprende Millos Forman con otro protgonista el inquisidor Lorenzo Casamares, sádico, ambicioso y... y... ¿homosexual?, no sé, pero el personaje que interpreta Javier Bardem parece en más de una y de dos ocasiones homosexual. ¿Quizás debido a un pésimo autodoblaje? quizás. Un inquisidor que huye -se escapa más bien, después de dejar embarazada a su pareja protagonista Natalie Portman- de su propia inquisición, para volver como librepensador defensor de las ideas de la Revolución Francesa, en un cambio ideológico que no se lo cree nadie.
En fin, una película sobre Goya en la que Goya no pinta nada y además hace de... ¿bufón de la Corte/película?, con un Milos Forman -¿Dónde está el director de "Alguien voló sobre el nido del cuco?- que hace del tópico historia de España = inquisición un peli de lo más prescindible.
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